"No puedo comer bien. No tengo tiempo ni dinero"
"Tengo demasiados problemas para tener que ocuparme también de esto"
A menudo, los pacientes que presentan problemas con la alimentación experimentan muchos otros problemas psicológicos, por ejemplo, depresión, trastorno de personalidad, mal manejo de la ansiedad, dificultad para enfrentar limites, traumas tempranos, baja autoestima, inseguridad, etc.
"Si eres delgada te aceptan mas, te queda bien todo tipo de ropa"
"El único placer sin preocuparme que tengo es la comida"
Al no estar elaborados encuentran una canalización disfuncional. En ocasiones son el emergente de una compleja red familiar y es necesario abordar problemas de comunicación, frustración, ira y manipulación emocional dentro del grupo familiar.
No obstante, las actitudes y creencias irracionales que giran en torno a los problemas alimenticios, sean restricciones exageradas o abusos en el comer, crean cambios personales y conductuales que llegan también a un nivel social.
"mhhh.. En mi familia todos somos así. No he perdido nada de peso en dos semanas. Nunca voy a bajar de peso. No voy a lograrlo. Siempre fracaso"
Se intenta evadir el uso de determinado tipo de ropa elegante, como vestidos que marcan la figura, pantalones de vestir, etc. prefiriendo “esconderse” en playeras holgadas o ropa deportiva que no siempre se adapta al contexto en que se utiliza.
Por lo mismo hay restricciones en la socialización. Se evita el contacto con grupos de personas que no tengan este problema, fomentando el aislamiento y la comodidad de "ser así".
La pareja no escapa a las consecuencias de este conflicto con uno mismo. A menudo se disminuye las situaciones de intimidad sexual para evadir la tensión que provoca la mirada del otro en un cuerpo que no posee una aprobación personal.
Sea cual fuere las consecuencias, el origen, o la base que mantiene este problema, el objetivo primordial de la terapia es el desarrollo de la auto aceptación independiente del problema que se presente. Resulta indispensable que el paciente acepte su cuerpo, lo re-conozca y viabilice un cambio positivo sobre aquello que no es saludable.
Apoyándonos conscientemente en la aceptación del “sí mismo” que debe ser mucho más amplio que determinadas formas, peso, talla o condicionamientos sociales.
El paciente necesita encontrar el espacio y la forma de tramitar aquellas experiencias personales que provocan conductas desadaptativas. Por medio del apoyo profesional se brindan diferentes técnicas y estrategias destinadas a modificarlas, indicando la estrecha relación entre sentimiento, pensamiento y conducta, pero demandando del paciente un compromiso serio y una participación activa en el tratamiento.
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