Es frecuente que una persona quede atrapada en el dolor causado por un ser querido en una experiencia negativas de su pasado.
Por ejemplo, sufrir el rechazo de su padre o su madre, una separación difícil, situaciones de abandono, etc.
Podemos aprender a superarlo, entender cómo funcionan estos mecanismos inconscientes, y tomar las riendas de nuestras vidas dejando atrás las cosas del pasado para recibir en plenitud lo que tiene el futuro para nosotros: Los traumas del pasado se tratan y se resuelven.
Las creencias que nosotros mismos creamos son poderosas, pero no invencibles. Aprender a identificarlas, entenderlas, manejarlas y desmitificarlas es el primer paso.
Lo primero que tenemos que aprender es cómo se crearon, cómo funcionan y entender que nos juegan en contra. Algunas de ellas (seguramente) fueron muy útiles en su momento, pero si ya no nos sirven es hora de pasar a un siguiente nivel.
Las personas que no pueden cambiar las creencias desarrolladas a partir de traumas del pasado tienden a repetir patrones de conductas cíclicos que les impide avanzar en su desarrollo en plenitud.
El dolor producido por una experiencia negativa con un ser amado puede llegar a ser muy profundo, y no saber superarlo hará que vivamos con un permanente miedo inconsciente de no saber cómo protegernos ante un evento similar.
Este miedo (a repetir experiencias traumáticas) es tan fuerte, que se convertirá en algo que queramos evitar a toda costa, y a medida que pase el tiempo nos hará sentir cada vez más inseguros, al punto de llegar a afianzar creencias y establecer conductas que jugarán en contra de nuestro desarrollo humano en plenitud. Trabajar con esas creencias son la clave del asunto.
¿Por qué hará esto?
Es un mecanismo natural del ser humano y no significa que la persona tenga algún problema, que esté enferma o que tenga algo malo.
Sucede que las creencias son muy poderosas a nivel inconsciente, y los seres humanos (desde que el mundo es mundo) buscamos la manera de comprobar que tenemos razón en las cosas que creemos, sin importar que la demostración nos afecte y lastime.
Será necesario aprender a dudar de estas creencias, por más convencidos que estemos de ellas.
Si no somos capaces de cambiar las ideas que arraigamos sobre nosotros (y los demás) no seremos capaces de dejarnos sorprender con nuevas y diferentes experiencias ante circunstancias similares.
La vida sigue y nos van a seguir sucediendo cosas. Es algo que no podemos evitar. No tiene sentido pasar la vida sufriendo mientras demostramos nuestras grandes verdades arraigadas.
Cómo funcionan "esas creencias"
Para comprobar que estas creencias son legítimas, la persona que las desarrolló (a partir de traumas anteriores) de manera inconsciente se relacionará con personas que tengan la misma conducta que aquel o aquellos que lo lastimaron en el pasado y hará cosas para ser rechazada.¿Por qué hará esto?
Es un mecanismo natural del ser humano y no significa que la persona tenga algún problema, que esté enferma o que tenga algo malo.
Sucede que las creencias son muy poderosas a nivel inconsciente, y los seres humanos (desde que el mundo es mundo) buscamos la manera de comprobar que tenemos razón en las cosas que creemos, sin importar que la demostración nos afecte y lastime.
Será necesario aprender a dudar de estas creencias, por más convencidos que estemos de ellas.
Si no somos capaces de cambiar las ideas que arraigamos sobre nosotros (y los demás) no seremos capaces de dejarnos sorprender con nuevas y diferentes experiencias ante circunstancias similares.
La vida sigue y nos van a seguir sucediendo cosas. Es algo que no podemos evitar. No tiene sentido pasar la vida sufriendo mientras demostramos nuestras grandes verdades arraigadas.
Podemos aprender a superarlo, entender cómo funcionan estos mecanismos inconscientes, y tomar las riendas de nuestras vidas dejando atrás las cosas del pasado para recibir en plenitud lo que tiene el futuro para nosotros: Los traumas del pasado se tratan y se resuelven.
Las creencias que nosotros mismos creamos son poderosas, pero no invencibles. Aprender a identificarlas, entenderlas, manejarlas y desmitificarlas es el primer paso.
Lo primero que tenemos que aprender es cómo se crearon, cómo funcionan y entender que nos juegan en contra. Algunas de ellas (seguramente) fueron muy útiles en su momento, pero si ya no nos sirven es hora de pasar a un siguiente nivel.
Las personas que no pueden cambiar las creencias desarrolladas a partir de traumas del pasado tienden a repetir patrones de conductas cíclicos que les impide avanzar en su desarrollo en plenitud.
Comentarios
Publicar un comentario