La Dependencia Emocional es una necesidad extrema de carácter afectivo que una persona siente hacia su pareja.
Ante una ruptura amorosa donde pudo existir abuso emocional y quizás físico, en lugar de sentir alivio y emancipación, el sujeto se siente perdido con una necesidad apremiante de recuperar la relación, y hace todo lo posible para lograrlo, muchas veces a costa de su dignidad.
Surgen pensamientos obsesivos hacia la pareja o sentimientos de miedo al abandono que generalmente actualizan y remueven traumas anteriores no resueltos.
Es importante considerar que para que exista una situación de Dependencia emocional, ambos miembros de la pareja sufren condicionamientos similares y alimentan la complejidad de la relación.
Ambos son victimas y victimarios en momentos alternados. Nutren un ciclo que se encuentra tan tipificado que puede establecerse diferentes facetas que no se dan en forma lineal pero si de forma repetitiva.
- Enamoramiento/Euforia: Estamos muy bien juntos todo se vive a pleno. Buen sexo, diversión, proyectos....
- Subordinación: Aumentan las exigencias, comienzan los celos, las explicaciones que no alcanzan las demostraciones estériles.
- Deterioro: Peleas constantes, reclamos, inseguridad, ansiedad.
- Ruptura: Situaciones criticas muchas veces violentas expuestas ante terceros.
- Relaciones de tránsito: Sin compromiso emocional, ocasionales y para demostrar "al otro" que ya se lo superó.
- Recomienzo:
¿Por qué se desarrolla este tipo de relación?
Una de las explicaciones mas frecuentes se apoya en lo que llamamos la Teoría del Apego.
Se basa en el vínculo entre madre e hijo. Cuando el niño experimenta sentimientos no placenteros, activa comportamientos de apego.
Por ejemplo, busca la proximidad física, el contacto visual, ser abrazado, el adulto responde positivamente y atiende la solicitud del niño, lo que refuerza el comportamiento de apego del niño hacia una persona en particular, por lo que “el apego es en esencia un regulador de la experiencia emocional”.
Al ser una especie dependiente en la primer etapa de nuestra vida, la figura del cuidador o madre, cobra una importancia relevante en la forma en que el individuo aprende a relacionarse con otra persona que le resulte significativa.
Hay diferentes tipos de apegos según las características determinadas del contexto, del cuidador o del niño. En la dependencia emocional. El estilo de apego ansioso resistente, se caracteriza por una manifestación desmedida de ansiedad ante la separación de la figura protectora que se percibe como distante, ante lo cual, el niño para llamar su atención aumenta mas su ansiedad con el deseo de ser atendido.
Un apego ansioso, una crianza distante, exigente, con pocas demostraciones afectivas aliada a una baja autoestima muchas veces provocan un vacío del que no hay conciencia como tal.
Entonces se busca una relación de pareja que inconscientemente llene ese vacío para complacer y ser aprobado.
La persona se anula a ella misma, en su objetivo de agradar "al otro", subestima sus necesidades, lo que le impide crecer y desarrollarse, por ende no tiene qué aportara a la pareja y le reprocha pidiendo lo mismo, comenzando un ciclo sin fin.
COMO SUPERAR LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
- Recuperar la red de apoyo social, muchas veces dejada de lado por la pareja.
- Modificar patrones de pensamiento con respecto a las relaciones afectivas de pareja.
- Fortalecer y afianzar la autoestima. Identificar fuentes propias de felicidad y satisfacción.
- Aprender a regular y canalizar emociones, trabajar en la autonomía emocional.
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